Considerado como uno de los precursores del sistema de producción industrial por sus invenciones de máquinas que sustituían el trabajo manual en la confección textil, Richard Arkwright llegó a reunir una gran fortuna y a emplear cinco mil trabajadores en sus fábricas.
Arkwright nació el 23 de diciembre de 1732 en la localidad de Preston, en Lancashire, Gran Bretaña, en el seno de una humilde familia, de la que era el decimotercer hijo. Su educación fue prácticamente autodidacta: tras trabajar como aprendiz de barbero, estableció un negocio de fabricación de pelucas. La preparación de una nueva fórmula de teñido del cabello le proporcionó un modesto capital a partir del cual desarrollaría su gran fortuna.
La caída en desuso de las pelucas hizo que se interesara por la manufactura textil. Abandonó su trabajo de barbero y se dedicó a proyectar una compleja máquina para el hilado. El secreto en que llevaba la construcción y los ruidos que la máquina producía hicieron creer a sus vecinos que se dedicaba a la brujería, lo que rodeó su personalidad de un halo de misterio.
Una vez concluida su invención, buscó un socio y construyó una fábrica en Nottingham, en la que la máquina era impulsada, en principio, por un tiro de caballos, y posteriormente por la fuerza del agua. El ingenio producía un hilo de gran calidad que se empleaba en la fabricación de calicós; con él consiguió elaborar por vez primera tejidos de algodón puro.
Una vez concluida su invención, buscó un socio y construyó una fábrica en Nottingham, en la que la máquina era impulsada, en principio, por un tiro de caballos, y posteriormente por la fuerza del agua. El ingenio producía un hilo de gran calidad que se empleaba en la fabricación de calicós; con él consiguió elaborar por vez primera tejidos de algodón puro.
Arkwright levantó nuevas fábricas en las que todo el proceso, desde el cardado hasta el hilado, se desarrollaba’mecánicamente.
El rey Jorge III lo nombró caballero en 1786. Una grave afección asmática no le impidió seguir activo. Sin embargo, las complicaciones que lo aquejaron acabaron con su vida el 3 de agosto de 1792 en la ciudad de Cromford, Derbyshire.
El rey Jorge III lo nombró caballero en 1786. Una grave afección asmática no le impidió seguir activo. Sin embargo, las complicaciones que lo aquejaron acabaron con su vida el 3 de agosto de 1792 en la ciudad de Cromford, Derbyshire.
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